sábado, octubre 11, 2008

Sábado

Lunes.
Nunca me han gustado los comienzo, en ellos se define todo, aun no me queda claro si decir que la semana comienza en lunes o en domingo, no lo sé, al cabo que tampoco me sé definir. Creo que escogeré lunes, además el domingo no es tan malo asi que no puede ser. La mañana es fría.

No sé por qué hay tanta gente en la calle, me disgusta la multitud arrebatada, como si el tiempo no les fuera suficiente. No entiendo para qué correr, estaría todo mejor en cámara lenta. Sí, eso deseo, un mundo sin prisas, un lunes de hastío lento y entumecedor.

Martes.
Hoy siento que el día corre más rápido, será que ayer estuvo lento. Lo bueno es que continua el frío, ese frío rico, invernal, de muerte, el que nos envuelve y nos lleva a otro mundo. Ojalá llueva. A lo mejor por eso la gente no ha salido de sus casas, por el frío. Eso debe ser.

El día de la guerra, los martes deberían ser bélicos, tantita sangre no daña a nadie, digo, la televisión lo dice. Sería una especie de tributo, supongo que a alguien, o a nadie. No lo sé pero empiezo a creer que las multitudes enardecidas son un poco divertidas.

Miércoles.
Despertando encendí el televisor, me gusta el noticiero matutino, el presentador dijo que ayer hubo pleitos. Muchos. Y yo divagando sola en mi casa, debí salir, esa aversión mia hacia la gente hace que pierda buenos momentos. A la próxima me salgo con todo y cámara, con suerte la mando al noticiero y me escogen para transmitirla.

Multitudes enloquecidas, por qué será. Seguro que nada original, digo, ya todo está pasado de moda, guerras, pleitos, políticos, hambrunas, tsurimis, digo, tsunamis, ciclones, accidentes, psicópatas, enfermedades letales que acaban la humanidad en cuatro pestañeos, ovnis estúpidos y asesinos sin motivo alguno. Todo, todo lo sucedible está hecho película y en la mayoría los gringos nos salvan y les debemos una eternidad de halagos y miradas de gente sumisa y rendida a sus pies por ser nuestros mesías, cómo no. Ya invéntense algo mejor.

Jueves.
Creo que tampoco hoy saldré. No me apetece. Mejor enciendo el televisor otra vez. Bendito invento de la humanidad, hace que no necesite salir para ver qué ocurre en el mundo. Además ni siquiera salió el sol, de hecho hace cada vez más frío, me gusta el frío. Me asomaré por la ventana. El blanco invernal es delicioso, es hermoso no ver nada mas que figuras congeladas y blanquecinas. Es más hermoso aun porque es extraño, digo, vivo en el trópico. Pero no me quejo, que siga nevando.

En los canales dicen que el mundo se ha vuelto loco, yo creo que se tardaron un poquito en darse cuenta. En fin. Al parecer la gente decidió seguir en su mitin, qué divertido. Pero algo extraño pasó, eso lo hace emocionante, la gente ignoró el frío, qué loco. De verdad que está helando. Incluso yo traigo una bufanda, por eso no he salido, gente y frío, mejor me quedo aquí. El señor del noticiero dice que la gente se volvió loca. La que le dió por salir a manifestarse sabráse de qué, se está congelando. Es realmente hermoso. Han pasado la imagen de una plaza pública no sé de dónde y parece un baile suspendido, tanto frío convirtió a esas personas en estatuas, se quedaron para siempre en sus guerras. Lindo.

Viernes.
Esto no me está agradando. Algo anda mal, la televisión me lo dice, bueno, más bien no me dice nada y eso es preocupante, muchos canales están vacios, nadie va a trabajar. Pero las imágenes de los poco canales que quedan reflejan los motivos, la gente está en la calle. Congelada. Ese estado de suspensión invernal sería magnífico ha no ser porque interfiere con las transmisiones televisivas.

¿Y la gente que no salío de casa? La gente normal, no yo. Supongo que tendré que imaginarlo, la televisión ya no está más para mí y eso me parece una tragedia. Supongo que no salieron y empezaron a sentir mucho frío, demasiado, y la electricidad se fue porque no hubo trabajadores que laboraran y encendieran las plantas nucleoeléctricas, entonces la gente empezó a quemar sus muebles y sus cortinas, las alfombras y los botes de la basura del baño, quemaron dineros y actas de nacimiento, además no podían salir a comprar comida así que comieron perro, gato y canarios, luego se comieron las almohadas y las cucarachas y luego al vecino incómodo que los visitaba y no pudo regresar a casa, entonces sin cosas comestibles o incendiables perecieron lentamente bajo el manto más frio jamás imaginado. Romántico.

Sábado.
El mundo está quieto, silencioso y blanco. Este estado es perfecto, nada está mal porque nada pasa. Todo tan detenido, creo que me quedaré en cama a escuchar el silencio. Es bueno poder disfrutar de la soledad en dimensiones exhorbitantes, me pregunto si alguien jamás habrá estado asi. Increible. Ni bacterias.

Lo malo es que es sábado. Debo dormirme temprano. El domingo hay que levantarse tempranito a trabajar. Indudablemente tendré que salir. Alguien debe desordenar de nuevo esta paz y creo que solo quedo yo. Además el lunes de nuevo hay que comenzar.

1 comentario:

Carlos Alberto dijo...

Muy bueno. Así me gusta. Un estilo claro y sencillo. Con palabras que todos usamos, que todos podemos entender inmediatamente. George Simenon, Isaac Asimov, Louis L'Amour, Adolfo Bioy Casares y Stephen King (pienso yo) estarían muy conformes con estos textos. Saludos.