Lunes.
Nunca me han gustado los comienzo, en ellos se define todo, aun no me queda claro si decir que la semana comienza en lunes o en domingo, no lo sé, al cabo que tampoco me sé definir. Creo que escogeré lunes, además el domingo no es tan malo asi que no puede ser. La mañana es fría.
No sé por qué hay tanta gente en la calle, me disgusta la multitud arrebatada, como si el tiempo no les fuera suficiente. No entiendo para qué correr, estaría todo mejor en cámara lenta. Sí, eso deseo, un mundo sin prisas, un lunes de hastío lento y entumecedor.
Martes.
Hoy siento que el día corre más rápido, será que ayer estuvo lento. Lo bueno es que continua el frío, ese frío rico, invernal, de muerte, el que nos envuelve y nos lleva a otro mundo. Ojalá llueva. A lo mejor por eso la gente no ha salido de sus casas, por el frío. Eso debe ser.
El día de la guerra, los martes deberían ser bélicos, tantita sangre no daña a nadie, digo, la televisión lo dice. Sería una especie de tributo, supongo que a alguien, o a nadie. No lo sé pero empiezo a creer que las multitudes enardecidas son un poco divertidas.
Miércoles.
Despertando encendí el televisor, me gusta el noticiero matutino, el presentador dijo que ayer hubo pleitos. Muchos. Y yo divagando sola en mi casa, debí salir, esa aversión mia hacia la gente hace que pierda buenos momentos. A la próxima me salgo con todo y cámara, con suerte la mando al noticiero y me escogen para transmitirla.
Multitudes enloquecidas, por qué será. Seguro que nada original, digo, ya todo está pasado de moda, guerras, pleitos, políticos, hambrunas, tsurimis, digo, tsunamis, ciclones, accidentes, psicópatas, enfermedades letales que acaban la humanidad en cuatro pestañeos, ovnis estúpidos y asesinos sin motivo alguno. Todo, todo lo sucedible está hecho película y en la mayoría los gringos nos salvan y les debemos una eternidad de halagos y miradas de gente sumisa y rendida a sus pies por ser nuestros mesías, cómo no. Ya invéntense algo mejor.
Jueves.
Creo que tampoco hoy saldré. No me apetece. Mejor enciendo el televisor otra vez. Bendito invento de la humanidad, hace que no necesite salir para ver qué ocurre en el mundo. Además ni siquiera salió el sol, de hecho hace cada vez más frío, me gusta el frío. Me asomaré por la ventana. El blanco invernal es delicioso, es hermoso no ver nada mas que figuras congeladas y blanquecinas. Es más hermoso aun porque es extraño, digo, vivo en el trópico. Pero no me quejo, que siga nevando.
En los canales dicen que el mundo se ha vuelto loco, yo creo que se tardaron un poquito en darse cuenta. En fin. Al parecer la gente decidió seguir en su mitin, qué divertido. Pero algo extraño pasó, eso lo hace emocionante, la gente ignoró el frío, qué loco. De verdad que está helando. Incluso yo traigo una bufanda, por eso no he salido, gente y frío, mejor me quedo aquí. El señor del noticiero dice que la gente se volvió loca. La que le dió por salir a manifestarse sabráse de qué, se está congelando. Es realmente hermoso. Han pasado la imagen de una plaza pública no sé de dónde y parece un baile suspendido, tanto frío convirtió a esas personas en estatuas, se quedaron para siempre en sus guerras. Lindo.
Viernes.
Esto no me está agradando. Algo anda mal, la televisión me lo dice, bueno, más bien no me dice nada y eso es preocupante, muchos canales están vacios, nadie va a trabajar. Pero las imágenes de los poco canales que quedan reflejan los motivos, la gente está en la calle. Congelada. Ese estado de suspensión invernal sería magnífico ha no ser porque interfiere con las transmisiones televisivas.
¿Y la gente que no salío de casa? La gente normal, no yo. Supongo que tendré que imaginarlo, la televisión ya no está más para mí y eso me parece una tragedia. Supongo que no salieron y empezaron a sentir mucho frío, demasiado, y la electricidad se fue porque no hubo trabajadores que laboraran y encendieran las plantas nucleoeléctricas, entonces la gente empezó a quemar sus muebles y sus cortinas, las alfombras y los botes de la basura del baño, quemaron dineros y actas de nacimiento, además no podían salir a comprar comida así que comieron perro, gato y canarios, luego se comieron las almohadas y las cucarachas y luego al vecino incómodo que los visitaba y no pudo regresar a casa, entonces sin cosas comestibles o incendiables perecieron lentamente bajo el manto más frio jamás imaginado. Romántico.
Sábado.
El mundo está quieto, silencioso y blanco. Este estado es perfecto, nada está mal porque nada pasa. Todo tan detenido, creo que me quedaré en cama a escuchar el silencio. Es bueno poder disfrutar de la soledad en dimensiones exhorbitantes, me pregunto si alguien jamás habrá estado asi. Increible. Ni bacterias.
Lo malo es que es sábado. Debo dormirme temprano. El domingo hay que levantarse tempranito a trabajar. Indudablemente tendré que salir. Alguien debe desordenar de nuevo esta paz y creo que solo quedo yo. Además el lunes de nuevo hay que comenzar.
sábado, octubre 11, 2008
viernes, octubre 10, 2008
Falta de Inspiración
Hoy definitivamente es un dia de esos en que hubiera sido mejor no levantarse de la cama, el tiempo se ha ido descomponiendo a grado tal que la niebla acaba de envolver las ventanas de la oficina, sobra decir que un buen chocolate caliente y una película pintan como la mejor compañía de esta tarde (bueno, se antoja algo mas).
Las incidencias del trabajo han sido favorables puesto que ha habido ingresos que han cubierto deudas atrasadas y se tiene buena perspectiva para poder considerar esta como una semana favorable. Por cierto, debo incluir el tiempo que se la ha invertido a la reparación de un vehículo, el cual, una vez reparado, estará conformando el punto de partida de unos negocios adjuntos al giro del negocio. De esta manera quiero enfatizar mi deseo de encamarme para ... para ... bueno, estaría mejor en la cama que disfrutando de este torrente de niebla que aún no deja de correr.
Estaba buscando un tema interesante que abordar pero honestamente hoy no me siento apto para dicha tarea, la enfermedad de mi estómago, la comida "light" de mi madre y el tiempo se han encargado de que hoy no encuentre otra escapatoria que salir corriendo al gimnasio en busca de algo entretenido que hacer.
¿Alguna sugerencia?
Las incidencias del trabajo han sido favorables puesto que ha habido ingresos que han cubierto deudas atrasadas y se tiene buena perspectiva para poder considerar esta como una semana favorable. Por cierto, debo incluir el tiempo que se la ha invertido a la reparación de un vehículo, el cual, una vez reparado, estará conformando el punto de partida de unos negocios adjuntos al giro del negocio. De esta manera quiero enfatizar mi deseo de encamarme para ... para ... bueno, estaría mejor en la cama que disfrutando de este torrente de niebla que aún no deja de correr.
Estaba buscando un tema interesante que abordar pero honestamente hoy no me siento apto para dicha tarea, la enfermedad de mi estómago, la comida "light" de mi madre y el tiempo se han encargado de que hoy no encuentre otra escapatoria que salir corriendo al gimnasio en busca de algo entretenido que hacer.
¿Alguna sugerencia?
La primera musa
Creo que he sido abandonado por la inspiración (¿acaso estuvo conmigo en algún momento?)
La primera musa.
Mis aires de escritor se remontan a mi etapa de secundaria donde conocí a una chica sumamente atractiva, era mi vecina, y vaya que en verdad puedo afirmar que el destino da muchas vueltas.
No recuerdo con exactitud el momento en que se mudaron a vivir en el departamento de enfrente, la simetría del edificio propiciaba que yo pudiera ir a la cocina a tomar un vaso de agua mientras presenciaba a la hermana de mi vecina hacer exactamente lo mismo, descriptivamente teniamos vidas paralelas. Ellas recibían visitas diarias, compañeros de la escuela, amigos y toda la fila de los vecinos que se acercaban a conocer a las nuevas adquisiciones del edificio. Asi pasó mas de un año, llegar a casa y encontrar diversos grupos de amigos conversando y divirtiéndose en las escaleras justo frente a la puerta de mi casa era algo común; yo, cual persona reservada que soy me limitaba a ofrecer un saludo de cortesia y procedia a guardarme sin compartir siquiera el más mínimo intercambio de palabras. Así pasó el tiempo hasta que uno de los vecinos visitantes frecuentes tocó la puerta y al abrir me saludó y de la nada me invitó a participar de su mini-reunión, me propuso que animara la misma con música porque su amiga no tenía y me dispuse a tomarle la palabra, asi fue como conocí a mi primera musa, justo frente a la puerta de casa.
A los pocos días nos saludábamos y ella dió el primer paso para que surgiera una relación afectiva, me invitó a platicar y fue así como conocí su gusto por la poesía. Entonces tuve que explorar dentro de mi para encontrar el escritor que todos llevamos dentro (algunos como yo, muy muy adentro) y comencé a escribir para ella, intercambiamos cartas, poemas, hasta me compartió una clave donde usaba símbolos para sustituir las letras de nuestro alfabeto para escribir sin que nadie pudiera entendernos. Todo lo escrito había sido algo íntimo y que fortalecía la idea de que para ambos era un momento único.
Fue durante un mes y fue algo de lo más emocionante, me sorprendí de lo que podía ser capaz con la expresión literaria y fue ahí donde descubrí que no solo podía expresar mis ideas a través de ensayos o resúmenes para la escuela, sino que había un uso mucho mas profundo de las palabras si pretendían impactar en alguien.
Al término de este tiempo comenzamos a vivir un romance muy intenso pero igual de breve. Ella dejó una huella muy marcada en mi esencia y me resulta inolvidable todo lo vivido así como aquel pequeño poema en donde ella tomaba la iniciativa y no escatimaba en esfuerzos para procurar que surgiera una relación entre nosotros...
En la noche brilla un lucero
que ha llenado mi vida de alegría
quisiera decirte que te quiero
pero, ¿dónde se va a quedar Aida?
Aun sigo buscando al poeta, pero desde entonces no me he negado la oportunidad de expresar mis ideas y sentimientos a través de las palabras.
La primera musa.
Mis aires de escritor se remontan a mi etapa de secundaria donde conocí a una chica sumamente atractiva, era mi vecina, y vaya que en verdad puedo afirmar que el destino da muchas vueltas.
No recuerdo con exactitud el momento en que se mudaron a vivir en el departamento de enfrente, la simetría del edificio propiciaba que yo pudiera ir a la cocina a tomar un vaso de agua mientras presenciaba a la hermana de mi vecina hacer exactamente lo mismo, descriptivamente teniamos vidas paralelas. Ellas recibían visitas diarias, compañeros de la escuela, amigos y toda la fila de los vecinos que se acercaban a conocer a las nuevas adquisiciones del edificio. Asi pasó mas de un año, llegar a casa y encontrar diversos grupos de amigos conversando y divirtiéndose en las escaleras justo frente a la puerta de mi casa era algo común; yo, cual persona reservada que soy me limitaba a ofrecer un saludo de cortesia y procedia a guardarme sin compartir siquiera el más mínimo intercambio de palabras. Así pasó el tiempo hasta que uno de los vecinos visitantes frecuentes tocó la puerta y al abrir me saludó y de la nada me invitó a participar de su mini-reunión, me propuso que animara la misma con música porque su amiga no tenía y me dispuse a tomarle la palabra, asi fue como conocí a mi primera musa, justo frente a la puerta de casa.
A los pocos días nos saludábamos y ella dió el primer paso para que surgiera una relación afectiva, me invitó a platicar y fue así como conocí su gusto por la poesía. Entonces tuve que explorar dentro de mi para encontrar el escritor que todos llevamos dentro (algunos como yo, muy muy adentro) y comencé a escribir para ella, intercambiamos cartas, poemas, hasta me compartió una clave donde usaba símbolos para sustituir las letras de nuestro alfabeto para escribir sin que nadie pudiera entendernos. Todo lo escrito había sido algo íntimo y que fortalecía la idea de que para ambos era un momento único.
Fue durante un mes y fue algo de lo más emocionante, me sorprendí de lo que podía ser capaz con la expresión literaria y fue ahí donde descubrí que no solo podía expresar mis ideas a través de ensayos o resúmenes para la escuela, sino que había un uso mucho mas profundo de las palabras si pretendían impactar en alguien.
Al término de este tiempo comenzamos a vivir un romance muy intenso pero igual de breve. Ella dejó una huella muy marcada en mi esencia y me resulta inolvidable todo lo vivido así como aquel pequeño poema en donde ella tomaba la iniciativa y no escatimaba en esfuerzos para procurar que surgiera una relación entre nosotros...
En la noche brilla un lucero
que ha llenado mi vida de alegría
quisiera decirte que te quiero
pero, ¿dónde se va a quedar Aida?
Aun sigo buscando al poeta, pero desde entonces no me he negado la oportunidad de expresar mis ideas y sentimientos a través de las palabras.
martes, octubre 07, 2008
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